Huye, porque es veloz y certero el futuro venidero como para decir que no estas.
Esconde, lo que te niegas a la muchedumbre gritar, como un susurro y lamento de necedad.

Canta, y camufla las palabras que recitas con cuidado de no escuchar.
Grita, cuando el tiempo se anticipa a llegar, aún siendo sincero no hay tiempo de llorar.
Pero llora, agoniza el sentimiento mutilado por los demás, que digan que nunca volverá.
Ríe, con cosquillas en las rodillas, pues ya no aguantas nada más.
Fuerza, es lo que pido, ruego e imploro, para no caerme nunca más.
Olvido, pues tu voz es un susurro que mi mente no logra borrar.
Vida, para alcanzar la alegría de algún día juntos estar.
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