Ojalá pudiera tener aunque fuere el roce de tus labios.
Una caricia de tus yemas, o tus susurros.
Desearía ver tus oscuros ojos penetrándome,
Y contemplar tu anguloso rostro al amanecer.
Daría lo que sea por tus palabras de amor saliendo de tu boca.
Recuerdo con detalle la noche dulce de la alondra.
Aquella que con sus alas irrumpió en la alcoba.
La luna brillaba, llena de dulzura.
Yo en tus brazos. La alondra en la alcoba.
Daría mil vueltas al mundo por una noche de las tuyas.
Cuan letal y amargo ha sido el tiempo,
yo en el viento describo un te quiero.
No te ha llegado, lo sé por que tu olvido fugaz no fue.
A miles de kilómetros estancada cual pantano me quedé.
Daría mi vida por un instante de aquel tiempo que se fue.
Lo que no daría es vuelta el tiempo atrás y tratar de recuperarte, pues si por cambiar el pasado me quedara sin un instante, prefiero esta soledad y el recuerdo a solo la posibilidad de recuperarte.
Como recuerdo a la Alondra... Y aun como te añoro